Empezamos el viaje en Berlín, capital alemana, reconocida por el Monumento del Holocausto y los restos del Muro de Berlín con grafitis. La ciudad es conocida por su ambiente artístico y los sitios geográficos modernos, como la Filarmónica de Berlín, construida en 1963, de color dorado y con un diseño de paneles que se desprenden de su techo. De Alemania pasamos a la capital de Polonia, Varsovia que posee una amplia variedad arquitectónica que refleja la larga y turbulenta historia de la ciudad, desde las iglesias góticas y los palacios neoclásicos hasta los bloques de edificios del período soviético y los rascacielos modernos. Continuamos con las capitales, pasamos a Budapest, capital de Hungría, que cruza el río Danubio y divide las provincias de Buda y Pest gracias al Puente de las Cadenas.
Pasamos a Praga, la capital de la República Checa, está dividida por el río Moldava. Recibe el apodo de la “Ciudad de las Cien Torres” y es conocida por la Plaza de la Ciudad Vieja, el núcleo de su centro histórico, con coloridos edificios barrocos, iglesias góticas y el Reloj Astronómico medieval, que muestra un espectáculo animado cada hora.
La última de las capitales que visitaremos es Viena, la capital de Austria, que se encuentra en la zona este del país en el río Danubio. Su legado artístico e intelectual se formó gracias a sus residentes, incluidos Mozart, Beethoven y Sigmund Freud. La ciudad también es conocida por sus palacios imperiales, incluido el Schönbrunn, la residencia de verano de los Habsburgo. En el distrito Museumsquartier, los edificios históricos y contemporáneos exhiben obras de Egon Schiele, Gustav Klimt y otros artistas.